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La economía circular reinventa la jerarquía de las "3R"

Los envases sostenibles del futuro serán reutilizables a base de materiales como el cartón, las latas, y el PET y el vidrio reciclables
  • El quart cicle d''Experiències de l'economia circular' ha abordat el sector de la moda, la higiene i el sector alimentari

La economía circular implica que los residuos del proceso productivo deben ser aprovechados como recursos - tal como se produce en la naturaleza. Extrapolado al sector productivo, el camino más eficiente se encuentra en la Reduccióny la Reutilización de los productos: reduciendo su materialidad para disminuir el impacto logístico. De este modo, el Reciclaje (que tradicionalmente había centrado el foco de las "3 R") a menudo implica un coste añadido, tanto ambiental como económico. Los envases del futuro reducirán al máximo su materialidad para disminuir el impacto logístico y serán reutilizables, de materiales como el cartón, las latas, el PET y el vidrio reutilizables.

Esta es una de las conclusiones de la cuarta edición del ciclo Experiencias de Economía Circular, organizada por el Palau Macaya bajo la dirección científica de ERF. La puesta en común del camino hacia la sostenibilidad por parte de empresas de sectores diferentes ha permitido encontrar algunos puntos compartidos. En muchos casos, el motor de este cambio se encuentra en las nuevas generaciones urbanas, con un peso especial de las mujeres, que tienen una mayor conciencia por la sostenibilidad. La demanda de productos más respetuosos con el medio ambiente ha empujado la efervescencia de la oferta sostenible en las ciudades y entornos urbanos, de la mano del sector emprendedor y pequeñas empresas.

El escenario actual, marcado por la emergencia climática y los impactos de la Covid-19, ha hecho aflorar la necesidad de un cambio social de hábitos, para priorizar de forma consciente los productos de proximidad y de menor impacto ambiental. La sostenibilidad ya no es una moda, sino una tendencia de fondo, y los sectores de la moda, la higiene y el sector alimentario son un ejemplo claro de ello. A través de talleres, entrevistas y charlas, las empresas participantes mostraron los pasos que ya se han hecho en esta dirección, y esbozaron los que aún quedan por hacer de cara a un futuro circular y sostenible.

Cosmética, higiene y limpieza doméstica

  • Potenciar el uso de productos de limpieza e higiene en formato de concentrados y hidrosolubles. La materia prima más importante de muchos productos es el agua, que el consumidor puede añadir directamente desde el grifo de su casa.
  • Los jabones y champús sólidos disminuyen drásticamente el impacto de los envases y de la distribución de los productos.
  • Utilizar materiales biodegradables y con menor impacto ambiental.

Sector alimentario y restauración

  • Consolidar el uso de envases reutilizables para el envío y el transporte de comida a domicilio.
  • Potenciar la logística inversa para facilitar la reutilización de los envases alimentarios.
  • Consolidar nuevos productos como la carne vegetal, que reduce el impacto ambiental en más de un 90%.
  • Recuperar la distribución a granel.

Moda y sector textil

  • Elegir materiales respetuosos con el medio ambiente, y acompañarlos de un diseño que se adapte a ellos. 
  • Aprovechar y reintroducir los residuos textiles en la cadena productiva.
  • Dar una nueva vida a las fibras de plástico a través del reciclaje químico.
  • Fabricar localmente para reducir la huella ecológica de los procesos logísticos.
  • Reivindicar las tiendas que ofrecen una atención personalizada al consumidor ante la proliferación del comercio digital.

Conclusiones transversales

  • Repensar los envases para que sean reutilizables y se puedan devolver fácilmente en el punto de venta; con una producción, logística y almacenamiento simplificados; y que sirvan para varios productos.
  • La innovación digital como motor de cambio; difundir información a través de aplicaciones móviles para llegar fácilmente a los consumidores.
  • Etiquetado claro, que informe del coste real de los productos, y utilizar códigos QR para reducir el embalaje.
  • Asociación y colaboración entre negocios, gremios y tiendas para ser más competitivos, tener mayor apoyo legal y reducir la escala logística.
  • Una comunicación eficaz a través de formatos informativos respetuosos con la competencia, que ofrezcan lugar al debate y hagan sentir responsable a la ciudadanía.
  • Políticas públicas como motor de cambio a través de instrumentos como regulaciones, subvenciones, incentivos o penalizaciones para fomentar los nuevos formatos; incrementar el apoyo institucional y la mentoría para acelerar los procesos; o aumentar la fiscalidad ambiental de las empresas.
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Economía verde